Únete a las actividades que realiza la Fundación Hogar del Adulto Mayor San Juan Pablo II, y así lograr una mejor calidad de vida para todos sus miembros.
Esta es una Institución Privada, sin ánimo de lucro que busca prestar servicio asistencial a los adultos mayores de escasos recursos, proporcionándoles todos los servicios paliativos que son menester de su edad.
Tenemos como objeto principal prestar un
servicio de atención integral a adultos mayores que soliciten el servicio personalmente o a
través de terceros autorizados o facultados para tal fin; que posean recursos propios o
cuya permanencia en la fundación sea subsidiada por la junta directiva u otros
benefactores.
La Fundación Hogar del Adulto Mayor San Juan Pablo II, tiene el gusto de invitarlo a hacer parte de esta comunidad que en la actualidad desea realizar un patio de estancia para actividades, presentaciones y juegos a los adultos mayores.
Si quieres hacer parte de esta actividad realiza tus donativos una vez te comuniques con la representante legal y fundadora del Hogar.
Con nuestra misión buscamos contribuir para que los adultos mayores, miembros de esta comunidad, tengan una vida digna en su entorno social y familiar, brindándoles un espacio donde se les pueda garantizar una vida saludable, armónica, espiritual y fraterna; con la ayuda de personas idóneas que ofrezcan un acompañamiento integral a quienes después de Dios nos dieron la vida.
CARIDAD: Nuestro amor al prójimo siempre será una razón de ser, especialmente hacia nuestros adultos mayores con significativas carencias en pro de ofrecer una mejor calidad de vida para cada uno de ellos de forma personalizada.
TOLERANCIA: Todo el equipo de la fundación trabaja en pro de la armonía y unión fraterna a través de programas asistenciales que cubren todas las necesidades de sus residentes con especial atención a las dimensiones físicas, psíquica, social y espiritual.
AMBIENTE FAMILIAR: Somos su segundo hogar; se les brinda ternura, alegría y paz.
ATENCIÓN HUMANA Y ESPIRITUAL. La puesta en práctica de actitudes positivas, como respeto, cercanía, empatía y confianza, por el personal del hogar y la programación de actividades religiosas.
Brindar a cada uno de los adultos mayores con un alto sentido de servicio, un espacio donde se les pueda garantizar una vida saludable, armónica, espiritual y fraterna; de la mano con personas idóneas que ofrezcan un acompañamiento integral a quienes después de Dios nos dieron la vida.